miércoles, 23 de noviembre de 2011

Los islamistas, favoritos en las elecciones más democráticas de la historia de Marruecos

El Rey se verá obligado a elegir a un primer ministro del partido vencedor


Las elecciones del próximo viernes en Marruecos representan un reto para el reino alauí. Son los primeros comicios celebrados tras la reforma constitucional que las protestas ciudadanas obligaron a llevar a cabo el pasado mes de julio. La principal novedad es que el rey Mohamed VI estará obligado a elegir a un primer ministro que milite en el partido vencedor de las elecciones. Hasta ese momento, el monarca podía escoger al candidato que más le gustase, independientemente de si era miembro del partido vencedor, de otro o si ni siquiera había concurrido a los comicios. 

Desde la independencia en 1956, nunca una Constitución había concedido tantos poderes al Primer Ministro en detrimento del Rey en Marruecos. Por ello, los partidarios del monarca temen un posible ascenso de los islamistas moderados, representados por el Partido Justicia y Desarrollo: ahora Mohamed VI tendría que elegir como primer ministro a un miembro de esta formación. Tras la victoria de Ennahda en Túnez y el ascenso de este tipo de formaciones en Egipto y Libia, el PJD se alza como favorito en Marruecos. Actualmente son la segunda fuerza en el Parlamento y el principal partido de la oposición. 

Marruecos está llevando a cabo una importante campaña de movilización del electorado para que los ciudadanos acudan a las urnas, y aún así no parece que los resultados vayan a ser positivos. En el país magrebí hay más de 20 millones de potenciales electores, pero solo algo más de 13,6 están inscritos y podrán participar el viernes. Los ocho millones restantes no poseen el carné necesario, ya sea por apatía o por desacuerdo con el proceso. Además, el número de votantes ha descendido en casi dos millones desde las últimas legislativas a pesar de que la población adulta ha aumentado. Una delegación de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa ha declarado que no parece que los comicios “susciten demasiado entusiasmo” entre los marroquíes. 

Otras fuerzas políticas 
El actual partido del Gobierno es Istiqlal, la derecha social conservadora liderada por el primer ministro El Fassi. Todo apunta a que no seguirá en ese puesto tras los comicios. También destaca un grupo conocido como G8, un conjunto de formaciones liberales que no se presentan juntas, pero que pretenden aliarse en el nuevo Parlamento para formar un bloque antiislamista. Dentro de ella se encuentra el Partido Autenticidad y Modernidad (PAM), fundado hace cuatro años por Fouad Alí el Himma, un amigo personal del Rey que ocupó el cargo de viceministro del Interior. Dos años después de su creación, el PAM ganó las elecciones municipales de 2009 a pesar de no ser la fuerza más votada en ninguna de las grandes ciudades. Actualmente, cuenta con medio centenar de diputados pese a no haberse presentado a las elecciones de 2007 (estos representantes tránsfugas se cambiaron de otros partidos al PAM durante el transcurso de la legislatura). A pesar de todo, el PAM concurrirá a las elecciones sin grandes aspiraciones (y sin Himma) porque ha recibido grandes críticas de parte del Movimiento 20 de Febrero. 

Manifestaciones proboicot 
Muchos marroquíes discrepan con el proceso electoral. En ciudades como Tánger, Casablanca o Rabat, entre otras 60, se registraron el pasado domingo manifestaciones favorables al boicoteo de las elecciones. Protestas que todas las televisiones y radios del país pasaron por alto en una clara estrategia de la Administración para que nuevos ciudadanos no se adscriban al boicoteo y que la participación supere el 37% del año 2007. 

Pase lo que pase el viernes, quien seguirá llevando las riendas de Marruecos será el monarca Mohamed VI.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ahora te toca a ti, ¿qué opinas?